Un estudio ha mostrado que los pacientes raramente reciben consejo sobre sexo tras el infarto, especialmente las mujeres. Además, ellas reciben recomendaciones más restrictivas sobre la vuelta a la actividad sexual. Sin embargo, salvo en infartos complicados o en casos en que los pacientes persistan con síntomas importantes después del evento cardiovascular, los especialistas recomiendan retomar su actividad sexual de forma normal, generalmente una semana después.
Uno de los mayores temores entre las mujeres en temas de salud es sufrir un cáncer. Sobre todo un cáncer de mama. Sin embargo, la principal causa de muerte entre el sexo femenino son las enfermedades cardiovasculares. Antes de la menopausia, las mujeres están protegidas del infarto por los estrógenos, que protegen los vasos sanguíneos. Por eso, el infarto en mujeres jóvenes es raro. Sin embargo, aunque son pocas, el riesgo de que evolucionen mal tras un infarto es superior al de los varones, sobre todo, en la fase aguda. Y eso es un problema de salud importante.
Por este motivo, un grupo amplio de investigadores de EEUU. y España, coordinados por la Universidad de Yale, en el que han participado la Sociedad Española de Cardiología (SEC), el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y las redes de investigación cardiovascular del Fondo de Investigaciones Sanitarias, ha desarrollado un estudio para analizar las características del infarto en las mujeres jóvenes. Para ello, entre 2009 y 2011 se reclutó a 2.985 mujeres infartadas de entre 18 y 55 años en 104 hospitales de EEUU y a 527 pacientes en 23 hospitales españoles, a las que se siguió durante 12 meses. En el estudio VIRGO-IMJOVEN se analizaron múltiples factores. Y uno de ellos se detuvo en analizar la información y los consejos sobre actividad sexual que recibían los pacientes jóvenes tras el infarto.
El estudio mostró que los pacientes, tanto españoles como americanos, raramente reciben consejo sobre sexo tras el infarto, especialmente las mujeres. Pero ahí no queda la cosa, las mujeres de nuestro país reciben, además, recomendaciones más restrictivas por parte de su médico sobre la vuelta a la actividad sexual tras este evento cardiaco que los hombres. En las escasas ocasiones en las que reciben consejo, este suele contener recomendaciones no avaladas científicamente, como tomarse el pulso durante la práctica sexual o adoptar un papel más pasivo que el hombre. Así lo certifica el estudio IMJOVEN, publicado en la prestigiosa revista Circulation. El análisis, dirigido por los Dres Krumholz en EEUU. y Héctor Bueno en España apunta en sus conclusiones que tanto médicos como pacientes españoles y norteamericanos hablan con poca frecuencia de las relaciones sexuales tras un infarto, si bien la actitud española es más sobreprotectora con las mujeres.

¿Sobreprotección en la mujer?

El estudio muestra que en nuestro país únicamente el 13% de las mujeres y el 17% de los hombres recibe asesoramiento por parte de su cardiólogo sobre la actividad sexual que pueden realizar tras haber padecido un infarto. En Estados Unidos, esta cifra es similar, con un 19% de los hombres y un 12% de las mujeres. Sin embargo, en cuanto al tipo de recomendación que se les ofrece, en Estados Unidos al 69% de los hombres y al 65% de las mujeres se les aconseja limitar su actividad sexual frente al 64% de los hombres españoles y a un 83% de las mujeres.
Estas cifras no solo no están justificadas, sino que van en contra de las indicaciones de las guías de práctica clínica que, salvo en infartos complicados o en los pocos casos en que los pacientes persistan con síntomas importantes después del evento cardiovascular, recomiendan retomar su actividad sexual de forma normal, generalmente una semana después.
Realizar una vida normal tras padecer un infarto y, por tanto, mantener una actividad sexual satisfactoria es un factor esencial en la recuperación del cardiópata. Por el contrario, la limitación injustificada de la vida sexual del paciente puede derivar en insatisfacción, depresión y peor adherencia al tratamiento.
Desde la Sociedad Española de Cardiología se ha pedido a los cardiólogos que incluyan este tema en sus conversaciones con los pacientes antes de entregarles el alta hospitalaria y que sigan las guías de práctica clínica sin ser restrictivos en sus indicaciones. Así mismo, la SEC anima a los pacientes a que pierdan el pudor y hablen del tema con sus médicos, lo que les ayudará a reducir el miedo y la incertidumbre y les facilitará alcanzar antes una recuperación integral tras el infarto.
Artículo publicado en el Nº 116 de la revista Salud y Corazón por el Dr. Héctor Bueno, cardiólogo del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, miembro de la SEC y coordinador nacional del estudio IMJOVEN-VIRGO.