La Revista de la Asociación Americana del Corazón ha publicado recientemente un estudio en el que se ha investigado el efecto de la depresión y de la ansiedad en el riesgo de mortalidad de pacientes con enfermedades cardiacas. Muchos estudios han relacionado la depresión con un mayor riesgo de muerte en pacientes con enfermedad cardiaca pero la ansiedad no ha recibido tanta atención.
En el estudio, participaron 934 pacientes con enfermedades del corazón, con una edad media de 62 años. Estos pacientes completaron un cuestionario para medir su nivel de ansiedad y depresión inmediatamente antes o después de un procedimiento de cateterismo cardiaco en el Centro Médico de la Universidad Duke, en Calorina del Norte (EUA). Los pacientes tenían ansiedad a partir de 8 o más puntos, en un rango de calificaciones posibles de 0 a 21 puntos, de una escala compuesta por siete características comunes de la patología. La depresión se midió utilizando una escala similar con siete síntomas. Los investigadores midieron la ansiedad y la depresión durante el cateterismo cardíaco porque los niveles reflejan mejor cómo los pacientes normalmente manejan situaciones estresantes.
Los investigadores, después de considerar la edad, insuficiencia cardiaca congestiva, enfermedad renal y otros factores que afectan el riesgo de muerte, encontraron que 90 de los 934 pacientes experimentaron sólo ansiedad, 65 depresión y 99 ansiedad y depresión.
Entre los 133 pacientes que murieron durante los tres años de seguimiento, 55 tenían ansiedad, depresión o ambas cosas y la mayoría de las muertes (93 de las 133) estaban relacionadas con el corazón. Tanto la ansiedad como la depresión muestran formas de influencia determinadas en las tasas de muerte. La ansiedad, por ejemplo, aumenta la actividad del aparato parasimpático (produciendo adrenalina) del sistema nervioso que controla la presión sanguínea.
Los resultados evidenciaron que los pacientes con enfermedades cardiacas que presentan ansiedad tienen el doble de riesgo de muerte que los que no sufren ansiedad. Pero en el caso de aquellos que además de ansiedad sufren depresión el riesgo se multiplica por tres.
Las personas que se preocupan mucho son más propensas a tener dificultad para dormir y de desarrollar presión arterial alta. De ahí que los investigadores destacaron que el vínculo entre la depresión y el riesgo de mortalidad se relacionara más con factores de riesgo conductuales, es decir, comportamientos poco saludables del propio paciente, como por ejemplo una baja adherencia al tratamiento, tendencia al sedentarismo y al tabaquismo, que son un riesgo para la salud cardiovascular. A su juicio, los estudios futuros deberían evaluar estrategias para manejar la ansiedad y la depresión sólo en pacientes con enfermedad cardiaca.
Los medicamentos para reducir la ansiedad combinados con el manejo del estrés pueden mejorar los resultados para los pacientes con sólo la ansiedad, mientras que los pacientes con ansiedad y depresión pueden necesitar una intervención más fuerte que implica el seguimiento ambulatorio más frecuente e incentivos para mejorar la adherencia.
Los estudios muestran que la depresión es tres veces más común en los pacientes de ataque al corazón, por lo que la Asociación Americana del Corazón recomienda que en los pacientes cardiacos se analice su depresión y se trate si es necesario.
Fuentes: Europa Press Salud
Referencia: Lana L. Watkins, et al. Association of anxiety and depression with all‐cause mortality in individuals with coronary heart disease. Journal of American Heart Association. 2013;2:e000068 DOI: 10.1161/JAHA.112.000068.