a Departamento de Medicina, Facultad de Medicina, Universidad de Málaga (UMA), Málaga, España
b Unidad de Gestión Clínica del Corazón, Hospital Universitario Virgen de la Victoria, Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA), Universidad de Málaga (UMA), Red de Investigación Cardiovascular (RIC), Málaga, España
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Francisco J. Elola, José L. Bernal, Cristina Fernández-Pérez, Albert Ariza-Solé
Rev Esp Cardiol. 2017;70:220-1
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Jose Alberto San Román, Itziar Gómez Salvador
Rev Esp Cardiol. 2017;70:221-2
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Artículo
Sr. Editor:
A pesar de que en los países desarrollados ha disminuido la mortalidad por enfermedad cardiovascular (CV) en los últimos años, continúa siendo la primera causa de muerte, y en España supone el 29,66% de toda la mortalidad1. Sin embargo, este descenso no ha sido equitativo en todas las comunidades de nuestro país, en el que Andalucía tiene la mayor mortalidad (33,16%) y Canarias, la menor (24,34%). Las diferencias en la prevalencia, el grado de control y la prevención de factores de riesgo CV y en nivel socioeconómico son los principales elementos propuestos para explicar estas cifras2.
El objetivo de este estudio es analizar la mortalidad CV y otros indicadores CV y establecer su relación con el producto interior bruto (PIB) per capita (indicador de riqueza económica) según las diferentes comunidades autónomas de España en el decenio 2005-2014. Las variables recogidas se muestran en la tabla 1, la tabla 2 y la tabla 3 del material suplementario. Los datos se obtuvieron de la media de los datos de cada año del decenio, referidos por millón de habitantes y estandarizados por edad y sexo.
Los datos de mortalidad y PIB per capita se obtuvieron del Instituto Nacional de Estadística (INE) y los procedimientos CV de la Sociedad Española de Cardiología, la Sociedad Andaluza de Cardiología y la Sociedad Española de Cirugía Torácica y Cardiovascular.
Los datos de PIB per capita se encuentran en la tabla 1 del material suplementario. En el análisis se encontró una correlación significativa entre menor PIB y mayor mortalidad CV en general, por cardiopatía isquémica y por enfermedad cerebrovascular (figura 1) y un menor número de angioplastias primarias, cirugías cardiacas mayores y marcapasos (figura 2). Las demás variables no fueron significativas.
Figura 1. A: correlación de la mortalidad cardiovascular total. B: cardiopatía isquémica. C: accidente cerebrovascular con el producto interior bruto per capita de las comunidades autónomas de España. Las comunidades se identifican con iniciales y los datos de mortalidad se expresan en número de fallecidos y producto interior bruto per capita en euros (datos medios del decenio 2005-2014 por millón de habitantes y estandarizados por edad y sexo). AN: Andalucía; AR: Aragón; AS: Principado de Asturias; CA: Canarias; CH: Castilla-La Mancha; CL: Castilla y León; CM: Comunidad de Madrid; CN: Cantabria; CT: Cataluña; CV: Comunidad Valenciana; EX: Extremadura; GL: Galicia; IB: Islas Baleares; LR: La Rioja; NV: Comunidad Foral de Navarra; PIB: producto interior bruto; PV: País Vasco; RM: Región de Murcia.
Figura 2. A: correlación de la tasa de angioplastias primarias. B: cirugías cardiacas mayores. C: correlación entre marcapasos y producto interior bruto per capita de las comunidades autónomas de España. Las comunidades se identifican con iniciales. El producto interior bruto per capita se muestra en euros. Los datos se obtienen de la media de los datos obtenidos de cada año en el decenio 2005-2014 por millón de habitantes y estandarizados por edad y sexo. AN: Andalucía; AR: Aragón; AS: Principado de Asturias; CA: Canarias; CH: Castilla-La Mancha; CL: Castilla y León; CM: Comunidad de Madrid; CN: Cantabria; CT: Cataluña; CV: Comunidad Valenciana; EX: Extremadura; GL: Galicia; IB: Islas Baleares; LR: La Rioja; NV: Comunidad Foral de Navarra; PIB: producto interior bruto; PV: País Vasco; RM: Región de Murcia.
Es conocido que la prevalencia de los principales factores de riesgo CV difiere de unas regiones del país a otras, y las comunidades del sur de España se sitúan entre las que presentan cifras mayores. Las prevalencias de obesidad y diabetes mellitus tipo 2, entre otras, parecen ser los factores determinantes de estas diferencias, ambos estrechamente relacionados con el estilo de vida y los factores socioeconómicos1, 3. Este hecho pone de manifiesto que las regiones con un estado socioeconómico menos favorable podrían ser las sometidas a mayor riesgo CV, no solo por la mayor presencia de factores de riesgo CV, sino por el menor grado de control y prevención de estos y la menor oportunidad de acceso a las estructuras sanitarias4. En este estudio, es especialmente destacable el caso de Andalucía, una de las comunidades con mayor pobreza económica y con los peores datos de mortalidad y, paradójicamente, de procedimientos CV. Existen otras comunidades que comparten el mismo cuadrante desfavorable que Andalucía ateniéndose a la división que surge según las cifras medias nacionales (figura 1 y figura 2).
Aunque la salud CV de una región determinada no está relacionada exclusivamente con el nivel socioeconómico, ya que intervienen elementos no modificables, parece que tiene un papel relevante en la presencia de los factores de riesgo CV y el grado de control y prevención de estos. Sociedades con altos índices de desarrollo sociosanitario permiten disponer de gran cobertura sanitaria y calidad de acceso a todos los niveles de los servicios de salud, lo que favorece el desarrollo de medidas encaminadas a la modificación del estilo de vida que pueda influir en el riesgo cardiometabólico de la población4.
Los resultados que se muestran en este estudio, aunque con ciertas limitaciones debido a la voluntariedad de la recogida de algunos datos en los centros, ponen de manifiesto que la riqueza económica de una región determinada se debe considerar como uno de los factores que tener en cuenta en la estimación del riesgo CV, pues se ha encontrado correlación entre menor PIB de una comunidad autónoma española y mayor mortalidad CV con menor número de procedimientos. Se podría utilizar estos indicadores para establecer la asignación de recursos e inferir el éxito o el fracaso de las políticas adoptadas.
FINANCIACIÓNL.M. Pérez-Belmonte tiene contrato post-MIR «Jordi Soler» de la Red de Investigación Cardiovascular (RIC).
Material suplementarioFichero PDF
Autor para correspondencia: mjimeneznavarro@gmail.com
Bibliografía
1. Amor AJ, Masana L, Soriguer F, et al. Estimación del riesgo cardiovascular en España según la guía Europea sobre prevención de la enfermedad cardiovascular en la práctica clínica. Rev Esp Cardiol. 2015;68:417-25.
2. Caballero-Güeto J, Caballero-Güeto FJ, Ulecia-Martínez MA, González-Cocina E, Legares-Carballo M, Ruiz-Ramos M. Tendencia de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares en Andalucía y España entre 1990 y 2010. Cardiocore. 2013;48:31-7.
3. Valdés S, García-Torres F, Maldonado-Araque C, et al. Prevalencia de obesidad, diabetes mellitus y otros factores de riesgo cardiovascular en Andalucía. Comparación con datos de prevalencia nacionales. Estudio Di@bet.es. Rev Esp Cardiol. 2014;67:442-8.
4. Redondo A, Benach J, Subirana I, et al. Trends in the prevalence, awareness, treatment, and control of cardiovascular risk factors across educational level in the 1995-2005 period. Ann Epidemiol. 2011;21:555-63.