Investigadores de la Unidad de Gestión Clínica del Corazón del Hospital Clínico Universitario ‘Virgen de la Victoria’ y del Centro Regional de Transfusión Sanguínea (CRTS) de Málaga participan en un estudio que demuestra que las células de la sangre de pacientes que han sufrido infarto pueden regenerar el tejido dañado del corazón.
Estos profesionales, vinculados al Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (Ibima), forman parte de un grupo interdisciplinar, junto a otros científicos de las universidades de Málaga, Granada, Jaén y Miami (Estados Unidos), según ha informado en un comunicado la Junta de Andalucía.
En concreto, se trata de las denominadas células progenitoras endoteliales –aquellas que están destinadas a convertirse en vasos sanguíneos–, pero que los científicos han conseguido que se diferencien hacia células de músculo cardiaco –cardiomiocitos–.
En este sentido, el centro sanitario malagueño se ha encargado de  llevar a cabo la extracción y el procesamiento de enfermos que han padecido infarto para su envío a los investigadores de la Universidad de Granada, junto a las muestras de cordón umbilical procedentes del Banco de Tejidos del Centro Regional de Transfusión Sanguínea de Málaga.
PUBLICACIÓN
Los primeros resultados de esta investigación ya han sido publicados en la revista ‘Cytotherapy’, a través del artículo ‘Cardiomyogenic differentiation potential of human endothelial progenitor cells isolated from patients with myocardial infarction’.
En esta publicación intervienen el jefe de Cardiología del Hospital ‘Virgen de

Dr. Eduardo de Teresa Galván

Dr. Eduardo de Teresa Galván


la Victoria’, Eduardo de Teresa; el coordinador de proyectos de investigación de la Unidad de Corazón de este centro sanitario, Manuel Jiménez; el director del Centro Regional de Transfusión Sanguínea, Isidro Prat, y el responsable de este estudio en la Universidad de Granada, Juan Antonio Marchal.
Los investigadores explican que la posibilidad de
Dr. Manuel Jiménez Navarro

Dr. Manuel Jiménez Navarro


que las células puedan cambiar su función se debe a que se encuentran en una fase inicial en la que aún no están maduras y, por tanto, tienen plasticidad, es decir, que se pueden reconducir para que se conviertan en tejido cardiaco.
Según los resultados obtenidos en este trabajo, se demuestra que células
progenitoras endoteliales obtenidas a partir de ambos orígenes –sangre de pacientes y cordón umbilical– tienen plasticidad y funciones similares y, por tanto, pueden utilizarse como terapia celular en el músculo cardiaco.
La futura terapia que proponen los expertos ayudaría a los pacientes en proceso de regeneración tras el infarto, utilizando para ello células propias, lo que evitaría rechazos en los enfermos tratados.
Fuente: andaluciainformacion.es