Quedan pocos días para la Navidad y también para empezar a disfrutar de las grandes comidas y cenas en familia. En estos días tan señalados, a todos nos gusta reunirnos y poder disfrutar de los pequeños placeres navideños. Sin embargo, no debemos olvidarnos de nuestra salud. Estos días, como el resto del año, tenemos que seguir cuidándonos. Por este motivo a continuación indicamos una serie de recomendaciones para que disfrutes estas fiestas y tu corazón no sufra.
La primera recomendación que se debe llevar a cabo es intentar mantener una dieta equilibrada para reducir los riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares. Para ello, en estas fiestas, podemos incluir los siguientes alimentos:
- Alimentos ricos en grasas insaturadas. Existen distintos tipos pero las más representativas son el omega 3 y los triglicéridos que se encuentran en el pescado azul.
- Alimentos ricos en grasas monoinsaturadas. Reducen el colesterol malo, evitando su oxidación, la causa principal por la que dichas partículas de colesterol tienden a adherirse a los vasos sanguíneos formando las llamadas placas de ateroma, aumentando los niveles de colesterol bueno. Se encuentran en el ácido oleico, incluido en el aceite de oliva y el aguacate.
- Alimentos ricos en fibra. La fibra contribuye a reducir los niveles de colesterol. Los alimentos ricos en fibra son las legumbres, verduras y hortalizas, frutas frescas y secas, cereales integrales (pan, arroz y pasta).
- Sustancias con acción antioxidante. La ingesta habitual de sustancias con actividad antioxidante se relaciona con la disminución de la incidencia de enfermedades cardiovasculares. Uno de los principales mecanismos de producción de aterosclerosis es la oxidación de las LDL (colesterol “malo”), generándose un estrechamiento del diámetro de las arterias que dificulta el paso de la sangre y originando la mayoría de enfermedades cardiovasculares. La vitamina E (frutos secos, germen de trigo, etc.), la vitamina C (cítricos, kiwi, verduras y hortalizas), algunas sustancias colorantes propias de los vegetales (como el licopeno, el betacaroteno) y ciertos minerales como el cinc (que lo encontramos en carnes, pescados y huevos) o el selenio (que lo encontramos en carnes, pescados, huevos y mariscos).
Es muy importante no bajar la guardia y revisar los niveles de colesterol regularmente. Cuando las personas tienen algún trastorno del colesterol, lo más conveniente es acudir al médico para que les recomiende el tratamiento más adecuado.
Por otro lado, en estas fiestas también debemos prestar una atención especial al consumo de alcohol. Las personas con problemas cardiovasculares deben ser conscientes de que el consumo de alcohol puede ser perjudicial para su salud. Además, las personas anticoaguladas deben tener en cuenta que el alcohol puede alterar el efecto del tratamiento anticoagulante ya que el alcohol aumenta el efecto del anticoagulante (aumentándose el riesgo de hemorragia). Para evitar posibles episodios cardiovasculares se recomienda una disminución en el consumo de alcohol, practicar ejercicio físico y controlar la presión arterial.
En definitiva, disfrutemos de las fiestas con moderación y no dejemos de cuidarnos por el bien de nuestra salud.