Por muchos es sabido el efecto nocivo del tabaco para nuestra salud, más especialmente para nuestro corazón. De hecho, fumar aumenta el riesgo de sufrir un infarto de miocardio importante en todas las edades, tanto en hombres como en mujeres, aunque en las mujeres el riesgo es mayor en comparación con los hombres, especialmente si tienen más de 50 años, según un estudio publicado en el Journal of the American College of Cardiology.
La enfermedad cardíaca es la primera causa de muerte en nuestro país, tanto en hombres como en mujeres. Por ejemplo, el infarto agudo de miocardio con elevación del segmento (STEMI por sus siglas en ingles) es una de las formas de enfermedad cardíaca más perjudicial, causado por un bloqueo completo de una de las arterias coronarias principales.
¿Por qué fumar es un factor de riesgo cardiovascular?
Fumar es uno de los principales factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares. En efecto, investigadores han identificado que fumar se encuentra detrás del infarto de miocardio STEMI en casi el 50% de los casos. Sin embargo, hasta ahora ningún estudio había cuantificado ni comparado la incidencia del STEMI asociada con fumar entre los distintos géneros y diferentes grupos de edad.
Ahora, una investigación dirigida por la Sheffiel Teaching Hospitals NHS Foundation Trust en asociación con la Universidad de Sheffield, ha intentado evaluar el tabaquismo como un factor de riesgo independiente y determinar las diferencias entre diferentes grupos de edad y género.
Los investigadores, recopilaron datos de 3.343 pacientes de la región de South Yorkshire del Reino Unido que presentaron STEMI agudo durante enero de 2009 y julio de 2014. Tanto los hombres como las mujeres presentaron un porcentaje elevado de fumadores (46,8% y 47,6% respectivamente).
Los resultados mostraron que fumar aumenta el riesgo de STEMI en todos los pacientes, independientemente de la edad o el sexo; sin embargo, las mujeres presentaron un riesgo mayor en comparación con los hombres. La mayor diferencia de riesgo fue en el grupo de 50 a 64 años, pero el mayor aumento de riesgo en ambos sexos fue en el grupo de 18 a 49 años, el más joven. Las mujeres fumadoras de este grupo de edad tenían un riesgo 13 veces mayor en comparación con mujeres no fumadoras. En cambio, los fumadores jóvenes tenían solo un riesgo de 8,6 veces mayor.
Según los autores, esto se puede deber a los estrógenos en sangre que se inhiben en las mujeres fumadoras, ya que los estrógenos tienen efectos protectores contra la arterosclerosis, uno de los principales desencadenantes de las enfermedades cardiovasculares. Otro motivo también puede ser que los hombres tienen las arterias coronarias más grandes que las mujeres, lo que significa que la inflamación crónica provocada por el tabaco puede llevar a un mayor grado de estrechamiento arterial en el sexo femenino.
No obstante, es posible revertir este riesgo. ¿Cómo? La respuesta es sencilla: dejando de fumar. El estudio mostró que el abandono del hábito de fumar reduce el riesgo de STEMI dejándolo igual que alguien que nunca ha fumado.
Fuente: Feasan