Dos estudios europeos y publicados en la revista BMJ confirman una asociación entre el consumo de alimentos ultraprocesados y el riesgo de enfermedad cardiovascular y muerte.
Los alimentos ultraprocesados son formulaciones industriales elaboradas a partir de ingredientes refinados (azúcar, almidones, aceites vegetales, sal) o sintetizados (grasas trans, proteína hidrolizada, aditivos) y no contienen ningún alimento entero reconocible. Si un producto tiene más de cinco ingredientes, probablemente sea ultraprocesado. Algunos de estos productos son: refrescos azucarados, embutidos, postres lácteos azucarados o bollería industrial.
A pesar de ser muy consumidos para la sociedad, carecen de calidad nutricional. De hecho, en muchos países representan alrededor del 25-60% de la ingesta diaria, porque son productos que están listos para consumir en cualquier momento, no necesitan preparación y son extremadamente sabrosos.
Estudios previos ya habían relacionado estos alimentos con un mayor riesgo de obesidad, hipertensión o colesterol alto, todos factoresde riesgo de las enfermedades cardiovasculares. Además, también se han relacionado con algunos tipos de cáncer, aunque la evidencia firma es todavía escasa.
El primer estudio, realizado por el CIBER de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN), analizó durante 15 años a 19.899 (12.113 mujeres y 7.786 hombres) que registraron su consumo de alimentos y bebidas a través de un cuestionario de frecuencia. Los resultados mostraron que un mayor consumo de alimentos ultraprocesados (más de 4 porciones diarias) se asocia con un 63% más de riesgo de mortalidad. Por cada ración de más, el riesgo aumenta un 18%.
Por otro lado, el segundo evaluó las posibles asociaciones entre los alimentos ultraprocesados y el riesgo de enfermedadescardiovasculares y cerebrovasculares, como el ictus o el infarto de miocardio. Analizaron a 105.159 adultos (21% hombres y 79% mujeres) con una edad media de 43 años que completaron seis cuestionarios dietéticos para medir la ingesta habitual de 3.300 alimentos diferentes. Los resultados mostraron que un aumento del 10% en la proporción de ultraprocesados en la dieta se asoció con un aumento de enfermedad cardiovascular (12%), coronaria (13%) y cerebrovascular (11%). En cambio, en los casos cuyo consumo fue mínimo, se encontró una asociación entre estos y los riesgos más bajos de desarrollar estas enfermedades.
Ambos estudios son observacionales, por lo que todavía no se puede establecer una causalidad y existe la posibilidad de que algunos de los riesgos observados puedan deberse a otros factores. Sin embargo, los dos han tenido en cuenta los factores de riesgo conocidos relacionados con el estilo de vida y los marcadores de la calidad de la dieta, y los hallazgos respaldan otras investigaciones que relacionan los alimentos ultraprocesados con la mala salud.
Fuente: FEASAN